lunes, 4 de diciembre de 2017

La Nación - Vida & Ocio - La pizza napolitana: ¿patrimonio de la humanidad?

La pizza napolitana: ¿patrimonio de la humanidad?

No es la primera comida en ser elegida por la Unesco por su valor cultural y su tradición

Esponjosa, con el queso justo y lista en poquísimos minutos: la pizza napolitana es un emblema de la cocina italiana, y ahora va por más. Fue postulada para convertirse en una pieza de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, honor que ya recibieron otros platos del mundo.
Pero no se trata del sabor o de la cantidad que se consume, si no de la tradición que hay detrás. En el caso de Nápoles, alrededor de 3000 pizzaioli practican el arte de hacer pizza en hornos de barro. Si son elegidos esta semana, prometen regalar porciones en la calle.

Otras comidas elegidas por la Unesco

Comida mexicana al estilo de Michoacán. Llegó a la lista en 2010 por impulsar las costumbres ancestrales desde la agricultura tradicional. Maíz, frijoles, chile y mucho más.
Kimchi. La preparación coreana de vegetales cocidos (repollo en especial), sazonados y fermentados fue elegida porque se prepara en sociedad. El de Corea del Sur es más picante que el de Corea del Norte.
Pan de jengibre. Se prepara en Croacia desde la Edad Media. Los encargados son artesanos del norte que decoran las galletas como si fueran obras de arte.
Washoku japonés. Fue reconocido en 2014 y se trata de un plato para los dioses. Se prepara con respeto a los recursos naturales con alimentos frescos, vegetales, plantas silvestres, arroz y pescado.
La comida gastronómica francesa. Las costumbres de juntarse en una mesa para celebrar y comer en grupo, además de los platos caseros, fueron elegidos en 2010.
El café turco. Todo el mundo toma café pero muy pocos lo preparan con tanto detalle como los turcos. Es toda una experiencia beber una taza macerada, espumosa y dulce de estas.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2088378-la-pizza-napolitana-patrimonio-de-la-humanidad

Clarín - Viajes - En la costa, el after beach también es con vino

En la costa, el after beach también es con vino

Costa & Pampa, a 26 km de Mar del Plata, suma un nuevo atractivo al verano en la costa. Su eslogan bien podría ser de la playa a la bodega.
En la costa, el after beach también es con vino
Un emprendimiento de Trapiche que se define como "la primera bodega de influencia oceánica de la Argentina" (Costa y Pampa).
El mundo del vino en la Argentina está construido, en buena medida, sobre viejas tradiciones. Las primeras producciones son del año 1500. Desde ese momento, pasó mucha agua -y vendimias- bajo el puente. El país ingresó al “nuevo mundo” del vino por la puerta grande con el malbec y hoy es el quinto productor del planeta.
Esas tradiciones, cuentan los enólogos y bodegueros, son difíciles de cuestionar. Y el gusto muchas veces queda anclado en algunos saberes -y sabores- que no cuestionamos demasiado. De diez botellas de vino que se venden en la Argentina, sólo una es de blanco. La cepa estrella sigue siendo el malbec. Y el público, por sólo dar un ejemplo, se resiste fuertemente a las tapa a rosca por sobre el corcho en las botellas, aún cuando su uso es extendido en toda Europa Estados Unidos.
En la costa, el after beach también es con vino
El verano en Mar del Plata ahora incluye también la visita a una bodega (Costa y Pampa).
Con este panorama planteado, la bodega Costa & Pampa decidió ir a contracorriente. Al igual que otra decena de emprendimientos, se instaló en la provincia de Buenos Aires. Ellos doblaron la apuesta y fueron a Chapadmalal; de esa forma, el emprendimiento del gigante Trapiche se convirtió en la primera bodega de influencia oceánica de la Argentina.
Brisa marina
A diferencia de la Cordillera, acá las lluvias son abundantes -1.200 milímetros al año contra 200 en Mendoza- y el clima frío y húmedo. Todo eso explica Santiago García Pía, responsable de turismo de la bodega, en una mañana fresca y soleada, a sólo 26 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata, que se prepara para una nueva temporada.
Mientras la caminata nos lleva hacia los viñedos, García Pía cuenta sobre esta tierra negra y fértil, a diferencia de la de otras regiones que hacen vino. Habla sobre la apuesta de Costa & Pampa por las cepas que menos elegimos los argentinos.
Luego de varias pruebas en el suelo, la bodega decidió quedarse con hectáreas productivas de chardonnay, sauvignon blanc, pinot noir, merlot, riesling y gewürztraminer. Según los especialistas, el lugar es ideal para varietales de ciclo corto.
En la costa, el after beach también es con vino
Hay plantaciones de chardonnay, sauvignon blanc, pinot noir, merlot, riesling y gewürztraminer (Costa y Pampa).
“Hacemos cuatro variedades de blanco y dos espumantes. De tinto, sólo estamos produciendo un pinot noir”, explicó sobre el proyecto, que arrancó en 2009 con 10 hectáreas y ahora tiene 25.
La mirada se pierde en las hileras de vid. El piso está forrado con alfalfa y diente de león, una alfombra rica en proteínas, con la mirada puesta en la vendimia de marzo. García Pía cuenta que probarán con merlot y albariño, una variedad típica de Galicia (España), además de algunas de pinot. Esos son los planes a futuro.
Mientras, en la mesa de degustaciones esperan algunas etiquetas de vinos que están haciendo aquí y ahora. El primer turno es para un sauvignon blanc, que muestra sus notas cítricas, de acidez bien marcada.
“Estos son los vinos que se buscan ahora: no tan alcohólicos y fáciles de tomar. Un trago llama a otro trago”, acota García Pía, mientras maridamos la cata con una tabla de fiambres. Luego sigue un pinot noir, con un final de boca intenso, que nuestro guía sugiere acompañar con sushi o rabas, un clásico de la gastronomía popular de Mar del Plata. Luego vienen los espumantes, mientras se habla de clima, suelo y costumbres de consumo del vino.
En la costa, el after beach también es con vino
Bodega Costa & Pampa.
Los que aún guardan algo de energía pueden tomar algunas de las bicicletas para seguir recorriendo el viñedo. Los que quieran seguir la degustación fuera de la bodega pueden optar por The Wine Bar (San Lorenzo 2980) o Sarasanegro (San Martín 3458), dos lugares que venden los vinos de Costa & Pampa en La Feliz.
Volviendo al comienzo, el mundo del vino dejó de ser territorio exclusivo del malbec y de los escenarios de cordillera. En los atardeceres del verano que están por llegar, el “after beach” puede mudarse de la playa a la bodega. Y, cuando el sol cae, perder la mirada en la hilera de viñedos con una copa en la mano.
Diego Jemio
Especial para Clarín

​MINIGUIA
Cómo llegar
Aerolíneas Argentinas vuela hasta Mar del Plata desde Aeroparque y Ezeiza. Los pasajes cuestan desde $ 1.242, ida y vuelta con impuestos (www.aerolineas.com.ar).
Desde Retiro, Costera Criolla tiene un servicio de bus semicama por $ 580 (sólo ida). El servicio cama suite de Plusmar y Tony Tur cuesta $ 795. El viaje dura cinco horas y media.
En la costa, el after beach también es con vino
Un brindis a orillas del mar (Costa y Pampa).
Dónde alojarse
Una noche en una habitación doble en el hotel Elegance (cuatro estrellas en Playa Grande) cuesta $ 2.750, con desayuno y estacionamiento incluidos. Hay un descuento del 15 por ciento por pago en efectivo (www.elegancehotel.com.ar).
Cuánto cuesta
La visita a la bodega Costa & Pampa tiene un valor de $ 150 por persona. El paseo guiado dura una hora e incluye la degustación de tres etiquetas.
Para aquellos que quieran almorzar, se ofrecen picadas y copas de vino por $ 300 por persona. Informes y reservas en turismo@cyptrapiche.com.ar o llamando al (0223) 4644312.
Dónde informarse
En Bodega Trapiche: www.trapiche.com.ar
Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata: www.turismomardelplata.gob.ar
​www.buenosaires.tur.ar

Link a la nota: https://www.clarin.com/viajes/costa-after-beach-vino_0_rkmKiCYlf.html

La Nación - Vida & Ocio - Un clásico bien porteño en Urquiza

Un clásico bien porteño en Urquiza

La propuesta de carnes y herencia española de Magritte, vigente con los años

Foto: Juan Pablo Soler
Villa Urquiza se va para arriba. Lofts y pisos modernos alternan con las tradicionales casas de barrio y propuestas gastronómicas en alza. La esquina en ochava de Olazábal y Burela, sin embargo, data de 1996 y recién desde 2002 se bautizó con el nombre del surrealista belga Magritte, con reproducciones que adornan los muros, entre fotografías de películas y artistas memorables que da gusto recordar.
Porteño y clásico, entre restó y brasserie, impecablemente puesto y mantenido, mesas cómodas y butaca con mantelería blanca, y al frente Américo con sus camareros en blanco y negro con moñito que sirven y guían a los clientes. La carta es clásica también, algo que no atrae tanto a la camada más joven, aunque sí integrando mesas familiares, cosa frecuente en Magritte. Luz natural entra por las amplias vidrieras, mientras que de noche la iluminación es correcta y amable, con lámparas blancas de antiguo diseño. La buena acústica completa el ambiente, cosa rara actualmente.
En la carta se nota la influencia del eximio chef Ramiro Rodríguez Pardo, maestro del actual jefe de cocina, Sandro Olmedo, en el recordado Catalinas, y 10 años con Marcelo Rivero en Magritte. Emiliano es el prolífico pastelero. Buenos productos y preparaciones reconocidas pueden componer un gozoso tapeo de entrada, bastante español con incursiones por Francia e Italia.
Pulpo español a la gallega ($ 1200) y a la provenzal (1100), chipirones a la plancha o lionesa, langostinos a la plancha, al ajillo, a la milanesa (290). También tortilla de papa y cantimpalo (190), empanada gallega de atún, imperdible (195), madrileñas croquetas y parisinas crepes que nos recuerdan a Catalinas. Ineludibles principales los pescados a la plancha, con ajo, oliva y pimentón de Murcia, salsa crema de limón, caldeirada, cazuelas, paellas y risotti (para dos). La pasta fresca es hecha en casa (200 a 350) y la seca importada de Italia (250 a 350). Entre las carnes no sólo vaca -lomo a la mostaza (350), ojo de bife, entrecote (350)- también solomillo de cerdo, chuletas de cordero grilladas, gigot al romero (520-350), pollo, y por supuesto, milanesitas de lomo (225).

Magritte

Puntaje: 8
Dónde: Olazábal 5501 y Burela. Villa Urquiza. Mediodía y noche. Tarjetas principales. 82 cubiertos. Vigilancia.
Teléfono: 4523-6316.
Foto: Juan Pablo Soler

El plato

Empanada gallega de atún

Los pescados

Según la pesca del día: Chernia ($ 420), abadejo (280), lenguado (280), besugo (260), merluza (210), corvina (210), mero, etc.

Las guarniciones

Papas a la española, bastón, rejilla, fritas ($ 75); espinacas salteadas o gratinadas (95); puré de batata, de calabaza (85); verduras grilladas. Y varias ensaladas simples y compuestas.

Los postres

Una lista de 15 postres de los más tentadores y conocidos con el toque personal del pastelero Emiliano ($ 90 a 120).

Los vinos

Carta particular con pocas bodegas elegidas: Finca La Anita, Vistalba, Salentein, La Rural, Luigi Bosca, Séptima, Escorihuela Gascón, Fabre Montmayou, Monteviejo, Clos de los Siete, Alta Vista, Lagarde, Nieto Senetiner, Ruca Malen.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2086991-un-clasico-bien-porteno-en-urquiza

Revista Bacanal - Wine News - Estas fiestas brindá con Amatista, el espumante de Baco Club

Estas fiestas brindá con Amatista, el espumante de Baco Club

De un tono dorado, con aromas frutales y florales, el espumante premium es una opción ideal para festejar o regalar este fin de año.

Baco Club, el Club Privado de Vinos, tiene un espumante premium ideal para descorchar y brindar en estas fiestas: Amatista.
De un tono dorado, con aromas frutales y florales delicadamente distinguidos, Amatista es suave en boca, redondo y con un final muy agradable. Su espuma blanca con pequeñas burbujas le adhiere un toque mucho más especial al brindis de fin de año, para compartir y celebrar con amigos y familia.
Además, se presenta como un regalo perfecto y original, y se lo puede adquirir con estuches especiales para que se luzca más. Podés comprar Amatista y todos los productos de Baco Club en su Tienda Online.
AMATISTA VA1
ACERCA DE BACO CLUB:
Con 25 años de historia, es hoy el club privado de vinos más importantes del país, cuyos productos son seleccionados y elaborados de manera exclusiva y no se encuentran en el mercado. Llega mensualmente a más de 6 mil socios en toda la Argentina, con partidas de vinos únicos, que cuentan con etiquetas especialmente diseñadas, que generan el valor agregado de la exclusividad y la pertenencia. Para asociarte y formar parte del selecto Club de vinos, comunicate al 011 45842227 o vía mail a bacoclub@bacoclub.com.ar.
Link a la nota: http://www.revistabacanal.com.ar/estas-fiestas-brinda-con-amatista-el-espumante-de-baco-club/

La Nación - Vida & Ocio - Punta del Este, a punto: propuestas deli bien cerca del mar

Punta del Este, a punto: propuestas deli bien cerca del mar

PUNTA DEL ESTE.- Las paredes y tablones de madera se pintan, los pisos se pulen, vuelven las macetas que desaparecieron en invierno, se ultiman permisos municipales y se emprolijan los alrededores de cada espacio. El año pasó rápido y el balneario esteño se prepara para una nueva temporada con muchos argentinos y, si se confirman los pronósticos, más brasileños.
Foto: Archivo
A los que apostaron por mantenerse abiertos todo el año y dedicarse a los residentes anuales se suman los que vienen con propuestas de temporada que se crean como una suerte de pop-up, mientras dure el verano. Para quienes ya estén en plan de preparar sus vacaciones en la costa esteña, aquí van algunas opciones para agendar y disfrutar del verano que se viene sin repetir lugar, salvo que se vuelva a un preferido.

Renacimiento de La Barra

A medio camino entre la Punta y el ya no tan pueblo de pescadores y cada vez más comercial José Ignacio, La Barra mantiene su identidad ecléctica y se consolida como espacio para nuevas iniciativas con mayor inversión. La localidad ya tiene además vida propia porque es donde muchos eligen instalarse todo el año, y en verano goza del crecimiento demográfico y comercial de zonas vecinas.
Refugio de zinc, ladrillos y mobiliario industrial de origen diverso, el Café Zinc de Aaron Hojman se alía con los blends artesanales y la técnica de los chicos de La Madriguera, ya conocidos en Montevideo por tener lugar propio en Carrasco, además del Café La Farmacia en Ciudad Vieja y el espacio compartido en el Club del Pan de Parque Rodó. Abren el 20 de diciembre y allí estarán hasta fines de enero, antes de volver a Montevideo. Buen café, pastelería y sándwiches para una propuesta diurna.
Un poco más adelante, sobre la calle principal, el deck de madera, las flores verdes y las tablas de surf de Tomás Moche en su Borneo Coffee tienen nuevos vecinos. Al lado de este aroma a café fresco recién tostado se instala BondiOla, un puesto de bondiola, lomo y hamburguesas veganas que promete. Enfrente está abriendo un lugar de tacos y, a pocos metros, un mercado de campo y un salón de yoga y productos orgánicos.
Para señalar en la zona, también, los tres platos diarios y sin posibilidad de cambio que propone El Tano en seis mesas que instala en su casa, sólo al mediodía, y la pizza La Fusa que abre sólo a la noche, ambos refugios de los connaisseurs de La Barra.
A confirmar, si la municipalidad finalmente otorga los permisos, un Food court en la principal de La Barra, al lado del supermercado El Dorado, que abriría el 15 de diciembre y reúne 12 emprendimientos gastronómicos.

Más allá de la Punta

Amorcito empezó como un proyecto callejero hace cuatro años. Iliana hacía sándwiches, Pablo cocinaba brownies de chocolate, y los llevaban puerta a puerta, llueve o truene. El público amó y hoy dirigen un restaurante y delivery cerca de la terminal de Maldonado abierto de día con platos vegetarianos pensados para no vegetarianos. El lugar tiene un jardín, mesas afuera, toldo y plantas.
Pablo (31) es argentino y llegó hace cinco años para trabajar en La Huella. Se enamoró de Iliana (34) la uruguaya y decidió quedarse. En Buenos Aires pasó por Sucre, Le Blé en sus comienzos, Mamarracha y hasta La Caballeriza. El signature dish del lugar es el Dürüm, un wrap de masa casera con repollo, zanahoria, tomate, aioli y falafel con papas rústicas o ensalada. También proponen un Big Love, reinvención del Big Mac pero casero y vegetariano, quesadillas, y salteado con fideos de arroz. Los platos son grandes, pensados para los locales.
Atrás del Punta Shopping, el resto bakery y tea house Tea for three es una buena opción para esos días en busca de comfort food: jugos deliciosos, tartas, pesca del día, canelones de verdura gratinados, milanesas y brunch. Lucía Yague, 29 años, abre todos los días de 9 a 21 y luego propone noches temáticas y eventos en un Open Kitchen & Bar que inaugura dentro del hostel F&F, parada 5 y medio de La Brava. Son cenas de pasos y buenas bodegas.
Otro buen programa es salir a andar en bici y parar a tomar un buen café en Gron, tienda de bicicletas que desde hace un tiempo, siguiendo con una tendencia mundial, apuesta por ofrecer buena cafetería y asentarse como lugar de encuentro. Para su fundador, el venezolano Salvador Cabrera, se trata de generar comunidad con aficionados al ciclismo y también con amantes de un estilo de vida con calidad. El plan es tomar un buen café y de paso observar objetos curiosos y de diseño mientras las piernas descansan. Para quien no tiene bicicleta en Punta, la puede alquilar allí, incluso por el mes entero. El lugar es un soplo de aire fresco para una Punta que se volvió medio decadente estos últimos años, con locales comerciales sin demasiada identidad y pegados los unos a los otros.
Cabe mencionar también la esquina Startup Cowork, a una cuadra de Gron, buen lugar para workaholics que quieran trabajar un poco con la compu y tomar algo a metros de la península. La propuesta gastronómica no parece aún terminada, pero la iniciativa es buena.
Para terminar, no son nuevos pero no viene mal recordarlos: Elmo Resto Bar en Manantiales para una pizza y una caipirinha a la noche; La Juana en La Juanita, uno de los refugios más cálidos del balneario, muy recomendable durante todo el año, y Ferona a pocas cuadras de allí para tirar unos pasos antes de ir a dormir.

Dónde están y qué ofrecen

Café Zinc
Buen café y pastelería. Abren el 20 de diciembre. Ruta 10 km 160 esquina Camino al cerro de Eguzquiza. Parada 41 La Barra.
Amorcito
Restaurante y delivery con platos vegetarianos. En 18 de Julio 478, al lado de la terminal de Maldonado.
Gron
Tienda de bicis y cafetería. En Calle 28, esquina calle 20. Más data: gron.cc
Startup Cowork
Un buen lugar para trabajar y tomar algo a metros de la península. En Calle 18, esquina calle 28.

Al volante, nada de alcohol

Este año sigue vigente la ley que establece alcohol cero en sangre para los conductores.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2087633-punta-del-este-a-punto-propuestas-deli-bien-cerca-del-mar

Planeta Joy - Beber - Copetín porteño reloaded: nuevas versiones de un clásico

Copetín porteño reloaded: nuevas versiones de un clásico

El tentempié de media tarde sigue vigente en lugares clásicos y también en modernos, donde lo sirven en clave renovada; lee la nota y enterate dónde disfrutarlo
“Por eso les digo mis queridos chichipíos, a seguir laburando, vermouth con papas fritas y ¡good show!”, decía el humorista y comediante Tato Bores. Es que, por aquella época, la costumbre de disfrutar de un buen copetín era casi un ritual para los argentinos. 
La palabra copetín deriva del genovés “cuppetin” y es una especie de tentempié que se consume a media tarde (entre las 18 y las 20). 
Aunque tiene infinidad de variantes, un copetín tradicional incluye una bebida alcohólica (vermút, aperitivo, vino con soda o cerveza) y, como acompañamiento, papas, maníes, aceitunas, dados de queso y jamón, albóndigas y hasta berenjenas en escabeche. 
Como muchas de las tradiciones, la costumbre llegó al país con los inmigrantes. Los italianos aportaron el vermouth y los españoles la idea del tapeo con el famoso “triolet” con papas, palitos y aceitunas. 
Reunirse con la familia antes de la comida o juntarse a tomar un aperitivo con amigos después de la jornada laboral era un clásico en las veredas porteñas. El Vermut con el sifón de soda y la rodaja de naranja se convirtió en un símbolo nacional y aunque por un tiempo pareció quedar en el olvido, la tradición de disfrutar del copetín está pisando cada día más fuerte en Buenos Aires. 
En esta nota, te recomendamos lugares notables, clásicos y modernos en los que se puede disfrutar de diferentes versiones del copetín porteño.
Para disfrutar de un clásico en la vereda de La Biela
Al caer la tarde, llega la hora de disfrutar del vermut y de una caña bien fría en la vereda. La fórmula es sencilla: vienen nueve platitos con variedad de ingredientes (salchichas, dados de jamón y queso, salame, ensalada de papa, salpicón, aceitunas verdes y negras, albóndigas y galletitas secas) para acompañar un trago a elección. El precio varía según el trago, si elige el vermut nacional ($200), Clarito o Americano ($230) y el Negroni ($260). 
Un combo que nunca falla es la opción para el tapeo en el que vienen dos tapas a elección (tortilla española, tostón con tomate y jamón crudo o albóndigas) con una caña o copa de vino ($100) 
AV. Quintana 600, Recoleta.
 
Para tomarse un Garibaldi cuando cae el sol 
Desde que abrió sus puertas en 1969, Caffe Tabac es un must a la hora del copetín. Hace algunos años se modernizó, pero esta tradición sigue vigente cuando cae la tarde.  Lo que ellos ofrecen son las “Bandejas de ingredientes”, que se dividen en dos tipos, una de 6 ingredientes  (dados de jamón y queso, aceitunas, pavita, roquefort, papas copetín, fosforito y un chip mixto $290) y una opción más completa con el doble de opciones para picotear. La versión XL incluye dados de jamón y queso, aceitunas, pavita, roquefort, papas copetín, jamón crudo, pepinillos, leberwurst, mortadela, empanaditas y salchichas arrolladas. ($490). Otra opción para complementar son las cazuelas de albóndigas de lomo ($90) o la de salchichitas con pancetas. Si de tragos clásicos se trata, el Cinzano Rosso ($120) y el Campari con naranja $140 son los comodines de la casa. 
Av. Del Libertador 2300, Recoleta. 
Para tomarse un vermut en el primer grifo de apetitivos del país
En Los Galgos mantienen la tradición del vermú con sus ingredientes clásicos. Fueron el primer bar en ofrecer el vermut en grifo del país y actualmente tienen tres canillas, una con Negroni, otra con Cinzano Rosso y la tercera con una base de Vermut. 
El  triolet es una de las grandes estrellas del lugar,  todos los vermús vienen acompañados con ajíes en vinagre, aceitunas marinadas con hierbas y maní salado. En la hora del vermú (de 18 a 20) ofrecen 2 Cinzano con soda por $80 y si sale con el Gran Triolet (salame, aceitunas marinadas y queso Patagónico) por $85. 
El imperdible es el Copetín “Los Galgos” ($600), una opción súper completa con su toque bien porteño. El fuerte son los embutidos: salame de Tandil y mortadela con pistachos, jamón crudo y matambre casero arrollado. También trae dos tipos de queso, Lincoln y Sbrinz y variedad de conservas como aceitunas marinadas, berenjenas al escabeche, boquerones y pickles caseros. El pate con hierbas frescas es súper casero.
Av. Callao 501, San Nicolás.
 
Entre aperitivos, empanadas y billar
Si hay algo que distingue al bar notable los “36 Billares”, inaugurado en 1894,  es su afán por mantener intactas las tradiciones porteñas. Es por eso, que la hora del copetín es la sagrada y se le rinde tributo con un happy hour de 18 a 20 en todos los tragos.  
Los aperitivos se sirven con sifón de soda y los más solicitados son el Cinzano Rosso ($80), el Campari ($80) y de los tragos clásicos como el Ferroviario con Cinzano Rosso, Fernet y Soda ($85) o el Negroni ($105). 
Para disfrutar del vermut entre varios amigos, se destaca la picada "Los 36 Billares" con variedades de snacks, empanaditas, salchichas, porotos en escabeche, albóndigas, anchoas y hasta lengua a la vinagreta. Otro clásico es la promoción de 2 Cinzano Rosso con sifón de soda más cuatro porciones de pizza ($250). Los que quieran disfrutar de un clásico bien argentino pueden optar por la empanada de locro como tentempié ($28)
Av. de Mayo 1271, Centro.
Para disfrutar del copetín al estilo Don Victoriano 
Entre especies, condimentos y hierbas aromáticas, también se puede disfrutar de la hora del vermú en el emblemático bar notable el Gato Negro. El copetín le rinde tributo a tres celebres clientes y se puede optar por tragos amargos, semi amargos o más dulces. Un clásico es el trago “Paulina Singerman”, en honor a la actriz, con Martini Biano, una base de jugo de limas, té en hebras verde con menta y jengibre ($120). También está el trago “Alfredo Palacios”  con Gancia Red Bitter, té negro con frutos rojos en hebras, jugo de naranja y pulpa de maracuyá ($120) y el “Pedro Quartucci”, en reconocimiento al actor y boxeador, con Gancia Americano, té en hebras rojo, jugo de pomelo y miel de abejas ($120).
Todos salen con cazuela de papas y maní, pero si se quiere picotear un poco más está la opción del “Triolet Especial” con berenjenas en escabeche, Peperonata italiana y aceitunas marinadas. Esta opción viene con pan casero calentito ($90).
Av. Corrientes 1669, Centro.
 
Para trasladarse en el tiempo por un rato
Tita Merello y Ernesto Sábato disfrutaron de un copetín bien porteño en el clásico bar “El Hipopótamo” en pleno San Telmo.  Hoy en día, el lugar conserva su mística y decoración de antaño, y a la hora del vermut se puede disfrutar de  diferentes tragos y aperitivos, siempre acompañados del sifón de soda y de su inigualable triolet. Es que ningún trago sale sin estar acompañado de unos daditos de queso, jamón y aceitunas. 
El Gancia batido con hielo y limón sigue siendo una de las estrellas del lugar y se lo puede disfrutar por $90. Otras opciones son el Amargo Obrero ($65) y la Hesperidina ($75). 
Entre las variedades de opciones caseras para el tapeo se destacan la cazuela de tortilla, de berenjenas y los ajíes en vinagre ($55). Otro imperdible para acompañar el vermut es la cazuela de pavita escabechada también por $55.
Av. Brasil 401, San Telmo.
Para los amantes del vermut y de las tapas
Los pinchos y las tapas son el acompañamiento perfecto para los vermuts que ofrece La Vermutería, de Lelé Cristóbal. El lugar busca reivindicar estar tradición bien porteña y le agrega algunos toques de autor que marcan la diferencia. Ofrecen desde aperitivos de la casa (que salen desde el grifo) como el Cinzano, Fernet y Cynar con soda  ($75), el Vermut clásico, con Cinzano Rosso o Cinzano Bianco con limón ($70), y una opción de Campari de la casa con pomelo, almíbar y pimienta rosa ($75). 
Para vivir una verdadera experiencia de sabor, hay que elegir dentro de la variedad de tapas y montaditos que ofrecen. Entre ellas se destacan la tortilla de papas con berenjenas a la plancha y alioli ($90) o la milanesita de lomo, ajíes en vinagre, huevo duro y una mayonesa casera al limón ($90). Los más clásicos pueden optar por disfrutar de un pincho de boquerones, aceitunas rellenas, pimentón y aceite de oliva ($80) o de las albóndigas de cordero especiadas ($100). 
Chile 474, San Telmo.
 
Para inspirarse y cortar la tarde entre lectura y buenos tragos
Café Cortázar es el primer bar temático dedicado al autor de Rayuela y todas las tardes ofrece un copetín para los amantes de la buena literatura, el arte y el jazz. Es que seguramente Julio Cortázar se inspiró en más de una oportunidad con un clásico Vermut. Todos los aperitivos se sirven con soda, y las gaseosas de corte se cobran aparte. Los tragos vienen acompañados con tres ingredientes en platitos de acero (aceitunas, salame y queso) más  rodajas de pan multicereal o bagel casero. Un clásico es el Cinzano Rosso o Bianco ($68) o la Hesperidina ($70). Para acompañarlos se recomienda la Pavita en escabeche -una especialidad de la casa-,que se puede disfrutar por $135, los morrones en aceite ($92) o la mortadela con pistacho ($105). Para complementar también tienen sardinas con cebolla ($120) y porciones de queso Gruyere, Bocconcino ó Brie ($98) 
José Antonio Cabrera 3739, Palermo.
 
Bonus truck
Milion Bar 
El restaurante y bar "Milion" también ofrece opciones para disfrutar del copetín cuando cae la tarde. En esta antigua casona de tres pisos, hay opciones de tragos y tapeo para todos los gustos. Para opciones clásicas está el Gancia Spritz $(85) o el Gin Tonic ($90). Pero si se quiere terminar la jornada laboral con un trago de autor un must es el Puerta 6, un trago con Pineral, Red Bitter, jugo de limón y pomelo y almíbar de jengibre ($85). Para el picoteo, un imperdible es la tortilla a la española ($70) y la bruschetta caprese con cubos de tomate, parmesano y olivas ($40).
Paraná 1048, Barrio Norte.
Omm Bar 
De la mano de propuestas más modernas y descontracturadas en el bar Omm de Palermo, que también ofrecen opciones para el tentenpié. Es un lugar ideal para ir a disfrutar ricos cocktails con buena música. Un clásico es el Negroni ($130) y para maridarlo la bruschetta de pimientos asados y huevo ($120) o las papas bravas con dos salsas una de alioli y la otra picante ($125). 
Honduras 5656, Palermo.
Link a la nota: https://www.planetajoy.com/?Copet%EDn_porte%F1o_reloaded%3A_nuevas_versiones_de_un_cl%E1sico&page=ampliada&id=9966

Revista Bacanal - Wine News - Edición de lujo: Bodega Norton by Swarovski

Edición de lujo: Bodega Norton by Swarovski

La edición limitada de sus vinos y espumantes más prestigiosos está compuesta por tres modelos exclusivos.
Bodega Norton, fundada en 1985 en los valles más fértiles al sur del Río Mendoza, está conformada por un equipo con espíritu familiar, elaborando vinos de Alta Gama guiados por la visión de su dueño: Gernot Langes Swarovski, experto en el arte de la cristalería. Su nuevo lanzamiento, Bodega Norton by Swarovksi, es una edición limitada de sus vinos y espumantes más prestigiosos.
Esta edición de lujo está compuesta por tres modelos exclusivos:
1. Estuche Gernot Langes con dos copas Riedel by Swarovski 
La botella de vino y las dos copas, creadas por el especialista en copas RIEDEL, están guardados en una caja con presentación única. Una vez que la caja sea abierta, una luz iluminará las dos copas decoradas con más de 500 cristales Swarovski.
Precio sugerido: $13.500
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2. Estuche Botella Magnum Gernot Langes by Swarovski
Para dar a su vino ícono la oportunidad de brillar como merece, crearon un exclusivo estuche de botella Magnum donde su nombre resalta con cristales inspirados por la moda. Una colaboración reluciente entre Bodega Norton y Swarovski.
Precio sugerido: $5.000
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3. Cosecha Especial Vinatge Ice Jacket by Swarovski
Una edición limitada “Ice Jacket” de la botella icónica de Cosecha Especial Vintage, la cual está decorada con cristales Swarovski para destacar la elegancia de este espumante.
Precio sugerido: $1.800 la botella
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