lunes, 2 de diciembre de 2019

Clarín - Sociedad - Alimentos orgánicos: crece la demanda y sube la producción

Alimentos orgánicos: crece la demanda y sube la producción

Aunque el mercado es todavía del 2% del total, hay más interés de la gente por consumir productos más amigables con el medio ambiente. Lanzaron nuevas opciones y suben las exportaciones. Harán una Semana Orgánica.


Empezaron como algo de nicho, pero cada vez más se están expandiendo. Pasaron de la dietética y las ferias especificas a las barriales y al supermercado, a las vinotecas y a los restaurantes. La producción orgánica viene creciendo de manera sostenida en Argentina, acompañada por una mayor demanda de un consumidor más conciente. Pero como todavía hay muchas confusiones sobre estos alimentos, desde este lunes se hará la Semana Orgánica.
¿Qué significa que un alimento sea orgánico? El Ministerio de Agroindustria lo define como un sistema de producción “basado en un manejo holístico e integrado de los recursos, para producir de manera sostenible. Brinda alimentos sanos y sin restos de agroquímicos ni organismos genéticamente modificados, dado que los excluye expresamente, tanto en su materia prima (campo) como en su procesamiento”.
Además de vegetales, productos cárnicos y huevos, la página web del Ministerio tiene un catálogo de productos elaborados que incluyen desde yerbas y aromáticas, a mieles y conservas. Frente a la góndola, para saber si un producto es orgánico, el consumidor puede verificar que tenga el logo de “Orgánico Argentina” acompañado del número de registro de la certificadora: en Argentina hay cuatro certificadoras de productos orgánicos. Además, el producto puede estar rotulado como “Orgánico”, “Ecológico”, “Biológico", “Eco” o “Bio”.
El logo que identifica a los alimentos orgánicos certificados.
El logo que identifica a los alimentos orgánicos certificados.
“La certificación abarca todas las instancias del proceso, desde la producción primaria, procesamiento y comercialización. En todas ellas se debe cumplir con los requisitos de la normativa orgánica argentina establecida por SENASA y controlada por las certificadoras”, explica María Eugenia Fraga, ingeniera agrónoma e integrante de la comisión directiva del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO). La trazabilidad, apunta, es un elemento clave para conocer de dónde viene ese producto y cuál fue el camino que hizo hacia la mesa.
Conocer esa información y saber que lo que se come contribuye a la biodiversidad y la sustentabilidad es un interés creciente en los consumidores. Una reciente encuesta nacional de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y de la consultora Voices! reveló que el 46% de los consultados consumió productos orgánicos en el último año, el doble que hace un lustro.
Remolachas orgánicas. Estos productos no utilizan agroquímicos durante su cultivo. (Bloomberg)
Remolachas orgánicas. Estos productos no utilizan agroquímicos durante su cultivo. (Bloomberg)
Desde MAPO aportan otros números para corroborar la expansión de este mercado. La superficie orgánica cosechada creció un 5% entre 2017 y 2018, y la destinada a ganadería subió un 14%. La cantidad de establecimientos que se certificaron como orgánicos subió 18%. Las exportaciones (casi la totalidad de lo que se produce orgánico en Argentina) aumentaron 12%. “Todo está creciendo y es a nivel exponencial porque es algo nuevo. En el mundo, el 3% de todo lo que se come es orgánico. En Estados Unidos, que es el país que más consumo tiene, el 12%. Acá no llega al 2%. Tenemos que armar una mesa orgánica que esté disponible, porque siempre se pensó en el mercado externo. Hay que cambiar el paradigma porque tenemos un mercado externo que está ávido y no tenemos oferta”, analiza Ricardo Parra, productor de Las Quinas y presidente de MAPO. En este sentido, Parra cuenta que recién este año se certificaron los primeros vinagres, mayonesas, chimichurris, carnes y pollos orgánicos.
En lo cotidiano, hay situaciones que grafican las estadísticas. Por ejemplo el restaurante Patio 378, del hotel Novotel, acaba de incorporar vinos orgánicos a su carta y ya también lo son todos los vegetales que utilizan en sus platos, los azúcares y algunos tipos de harinas. “Si bien los orgánicos tienen un costo más elevado y una vida útil más corta, sin duda alguna son de mejor calidad y eso se refleja en el resultado final. Esa misma es la ventaja: sabores más reales, colores más naturales y texturas agradables. Tiempo atrás no se hubiera dado importancia a si un vegetal en el plato era orgánico o no, pero ahora además del sabor se valora de dónde viene el producto”, dice su chef, Mauro Campos sobre la reacción de los clientes.
Una feria itinerante de productos orgánicos (MAPO)
Una feria itinerante de productos orgánicos (MAPO)
Su colega Ale Temporini coincide. “Al no tener agroquímicos, tienen otra calidad. El sabor es totalmente diferente, realmente. En el tomate es donde más encuentro la diferencia. ¡Y en el huevo ni te digo!”, exclama la cocinera, que el domingo a las 15 en la Estación Saludable Rosedal dará un taller gratuito sobre cocina sin gluten en el marco de la Semana Orgánica, que fue declarada de interés por el Gobierno de la Ciudad.
Un difusor ferviente de la causa orgánica es Juan Pelizzatti. Hace siete años, comenzó la conversión de su bodega Chakana a la biodinamia, un paso más en el que la producción se rige además por el calendario lunar y astrológico. Ya desde el primer año notaron “un cambio en el balance de los viñedos que se tradujo progresivamente en mejoras en la calidad y en rendimientos menos variables”. Hoy, el 70% de su producción es totalmente orgánica certificada o en transición y, cuenta, la mayoría de las grandes bodegas ya tienen proyectos para atender la demanda internacional de vinos orgánicos.
Viñedos biodinámicos. La industria del vino es una de las que está incorporando productos orgánicos. (Gentileza Chakana)
Viñedos biodinámicos. La industria del vino es una de las que está incorporando productos orgánicos. (Gentileza Chakana)
Para Pelizzatti, en el mercado local también hay “un interés fuertemente creciente por productos de agricultura ecológica”. Pero, con una mirada crítica, señala que “ la fuerte presión institucional y de comunicación de los actores que promueven el modelo agrícola dominante, incluyendo el gobierno saliente, genera incertidumbre y confusión en los consumidores, lo que se suma a la percepción de que el vino es un producto 'natural' de cualquier forma”.
Informar es justamente lo que busca la Semana Orgánica. Varios reconocidos chefs y bartenders se suman a esta movida con charlas y clases, como Mona Gallossi, Pedro Bargero, Mauro Massimino, Romina Tejerina, Jessica Lekerman y Donato de Santis. También habrá talleres de productores, reciclado y compostaje para chicos y un mercado federal de productores orgánicos. Entre el martes y el viernes estarán frente a Plaza Lavalle y el fin de semana en Iraola y Sarmiento. Todas las actividades son gratuitas.

La agenda

Sábado 7
  • 12.00 Taller de reciclado y compostaje (Raíces Urbanas)
  • 13.00 Taller de panadería y molinos (Felipe González de EMA junto a Productores y Molinos Harineros)
  • 14.00 Cocina de alto vuelo (Emanuel Zarlenga, Chef de Aerolíneas Argentinas)
  • 15.00 Taller de cocina y productores (Mauro Massimino, chef de Buenos Aires Verde)
  • 16.00 Cocina de desecho (Raquel Tejerina, chef de Catalino)
  • 17.30 Taller de cocina con productores locales (Pedro Barguero, chef de Chila)
  • 18.00 Taller sobre tambos orgánicos (Aldo Antonutti y Marcos Brinnand)
Domingo 8
  • 12.00 Clase de cocina para chicos (María Eugenia Bacucu)
  • 13.00 Taller de vajilla biodegradable (Ecotown – Abdón Zavaleta)
  • 14.00 Cocinar con productos bonaerenses cuidando la naturaleza (Gonzalo Fuentes, titular de proyecto NOBA, y productores)
  • 15.00 Taller de cocina libre de gluten (Ale Temporini)
  • 16.00 Taller de cocina (Jessica Lekerman, chef de MOOI)
  • 17.00 Taller de tragos (Mona Gallosi, bartender)
  • 18.00 Cierre: taller de cocina con productores (Donato De Santis) En la Estación Saludable Rosedal, Iraola y Sarmiento.

La Nación - Lifestyle - ¿Por qué la sidra se convirtió en la nueva pasión foodie?

¿Por qué la sidra se convirtió en la nueva pasión foodie?

Versátil y de gran adaptación a los distintos momentos, las versiones premium y de alta gama como Sidra 1888 ganan terreno

No existe ninguna duda que, en el universo de las bebidas alcohólicas, la sidra ganó un lugar de privilegio en el ocio porteño y creció su consumo durante todo el año, alejándola de la etiqueta de "clásico navideño" que la definió por tantas generaciones. Ya sea para coronar una reunión con amigos, en un after office o durante un fin de semana al aire libre, la bebida se convirtió en un favorito gracias a su versatilidad, frescura y delicioso sabor.
Es en este contexto es que versiones premium y de alta gama ganan terreno entre los consumidores, quienes reivindican su lugar en el universo gastronómico y eligen disfrutarlas en nuevas ocasiones de consumo. Entre ellas, Sidra 1888 es la favorita con un producto único, elaborado con manzanas especialmente seleccionadas.

La figura estrella de las barras

Esta gran resignificación de la sidra tiene varios motivos. Para empezar, se trata de una bebida 100% natural que, por su baja graduación alcohólica y su dulzura (también natural) se está convirtiendo en el ingrediente favorito de los bartenders de Buenos Aires . Dándole así, mayor visibilidad y difusión dentro del mundo gourmet. Junto a esto, algunas marcas como Sidra 1888 o Sidra Real son libres de gluten con certificación sin TACC, por lo que pueden indagar en esta bebida y sus respectivos tragos sin problema.
Bien fría, tirada o como ingrediente en cócteles, la versatilidad de la sidra explica este crecimiento sostenido en los últimos años y su consumo durante todo el año. De hecho, son cada vez más los bares, restaurantes y distintos espacios que la ofrecen como opción y hasta crean bocados especialmente diseñados para acompañarla.
Otra tendencia que se empieza a observar es el uso de sidra en las barras. En los últimos años instalaron los tragos cuyas recetas contienen bajo contenido alcohólico. Se trata de mezclas que utilizan bebidas livianas, fermentadas en lugar de destiladas dando lugar a opciones como el vermú, los vinos, el sake y ahora las sidras. Su baja graduación los hace ideales para acompañar o maridar una comida. En el caso de la sidra, cuenta con una graduación alcohólica de 5 grados, igual al de la cerveza. Y
  o existe ninguna duda que, en el universo de las bebidas alcohólicas, la sidra ganó un lugar de privilegio en el ocio porteño y creció su consumo durante todo el año, alejándola de la etiqueta de "clásico navideño" que la definió por tantas generaciones. Ya sea para coronar una reunión con amigos, en un after office o durante un fin de semana al aire libre, la bebida se convirtió en un favorito gracias a su versatilidad, frescura y delicioso sabor.
Es en este contexto es que versiones premium y de alta gama ganan terreno entre los consumidores, quienes reivindican su lugar en el universo gastronómico y eligen disfrutarlas en nuevas ocasiones de consumo. Entre ellas, Sidra 1888 es la favorita con un producto único, elaborado con manzanas especialmente seleccionadas.

La figura estrella de las barras

Esta gran resignificación de la sidra tiene varios motivos. Para empezar, se trata de una bebida 100% natural que, por su baja graduación alcohólica y su dulzura (también natural) se está convirtiendo en el ingrediente favorito de los bartenders de Buenos Aires . Dándole así, mayor visibilidad y difusión dentro del mundo gourmet. Junto a esto, algunas marcas como Sidra 1888 o Sidra Real son libres de gluten con certificación sin TACC, por lo que pueden indagar en esta bebida y sus respectivos tragos sin problema.
Bien fría, tirada o como ingrediente en cócteles, la versatilidad de la sidra explica este crecimiento sostenido en los últimos años y su consumo durante todo el año. De hecho, son cada vez más los bares, restaurantes y distintos espacios que la ofrecen como opción y hasta crean bocados especialmente diseñados para acompañarla.
Otra tendencia que se empieza a observar es el uso de sidra en las barras. En los últimos años instalaron los tragos cuyas recetas contienen bajo contenido alcohólico. Se trata de mezclas que utilizan bebidas livianas, fermentadas en lugar de destiladas dando lugar a opciones como el vermú, los vinos, el sake y ahora las sidras. Su baja graduación los hace ideales para acompañar o maridar una comida. En el caso de la sidra, cuenta con una graduación alcohólica de 5 grados, igual al de la cerveza. Y
Sidra 1888, con su frescura y origen natural, da en el clavo y se adapta al paladar del consumidor de hoy en día.

La Nación - Lifestyle - Jean-Baptiste Pilou: ojo con el ajo

Jean-Baptiste Pilou: ojo con el ajo

Característico de la cocina mediterránea, es un producto versátil y con un sabor que varía si se usa crudo o cocido
Crudo o cocido. La cocción dependerá de la preparación elegida y de la cantidad que se pone. "El ajo crudo es muy fuerte en sabor, con lo cual se usa en recetas específicas y con mucho cuidado. Tiene que aportar sabor pero no tapar al resto de los ingredientes. El ajo cocido se puede usar en cantidades más importantes". No hay un tiempo indicado para cocinarlo, el tema es la temperatura de la cocción.
Infaltable. "El ajo es un producto básico e indispensable de la cocina", arremete el francés Jean- Baptiste Pilou, propietario del porteño Fleur de Sel. "Más allá del sabor, es muy versátil, se puede usar de maneras diferentes. Es característico de la cocina mediterránea". Para pelarlo, el consejo es dejarlo en agua tibia cinco minutos y cortarlo con cuchillo, picado o en láminas.
Crédito: Silvio Zuccheri
Francesa de autor. La cocina de Fleur de Sel (La Pampa 3040) es de autor con impronta francesa, se destaca por preparar todos los productos en el momento y usar todo de estación. Es por eso que la carta cambia cada semana. Para mostrar la versatilidad del ajo preparó un aioli de chernia, una sopa de ajo, unos pimientos del piquillo rellenos con brandade y una pierna de cordero con emulsión de ajo.
El mejor. Lo ideal es usar lo que usualmente se llama "ajo nuevo", es decir los primeros que salen, esos que no tienen brotes y que resultan más suaves y frescos. Allí en la elección hay que tocar la cabeza y ver que esté bien firme. Si de colores se trata, los ajos se dividen según variedades. "El ajo blanco es el más común. Después, están los ajos rosados o violetas. También existe el ajo salvaje".
Crédito: Silvio Zuccheri
Link a la nota: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/jean-baptiste-pilou-ojo-con-el-ajo-nid2310538

Clarín - VIVA - Un buen programa: comer pollo frito en Palermo

Un buen programa: comer pollo frito en Palermo

Con este plato como estrella, un restó ofrece también recetas típicas de la cocina peruana.


L. A. M. Phelan fue un inventor prolífico que dejó un sello importante en la industria gastronómica de su país (EE.UU.) y del mundo.
En 1952 imaginó una freidora a presión que cocinara presas de pollo rebozadas dejándolas magistralmente doradas y crocantes por fuera y perfectamente húmedas por dentro.
En 1954 fundó una compañía que se dedicó a la fabricación de estos equipos y la llamó Broaster CompanyLa palabra broaster se transformó en sinónimo genérico de pollo frito crocante.
Una novedad que se expandió vertiginosamente y que llegó hasta América Latina. Perú resultó ser uno de los más fervientes seguidores de esta especialidad. Hoy el pollo frito crocante es el tercer plato más vendido del país.
“El spiedo a leña y las freidoras dominan el escenario. El pollo broaster es muy sabroso. Carne húmeda y tierna condimentada con equilibrio.”

Pietro Sorba

CRÍTICO GASTRONÓMICO
En Palermo Hollywood un pequeño local dominado por los colores peruanos rinde su homenaje a esta historia acompañándola con otras conocidas recetas de esta cocina pujante.
El spiedo a leña y las freidoras dominan el escenario. Se come in situ o se puede usar el take away.
El pollo broaster es muy sabroso. Carne húmeda y tierna condimentada con equilibrio. Rebozado crocante muy logrado. Lo acompañan buenas papas fritas y un combo de salsitas frescas y picantes.
Antes del broaster es posible degustar abundantes papas a la huancaína. Un clásico. Papas hervidas cortadas en rebanadas napadas sin reservas con la elegante salsa amarilla (ají amarillo, ajo, leche, aceite común, queso, galletas de agua y sal) que regala el nombre al plato.
El arroz chaufa mixto es equilibrado. Arroz en su punto que se fusiona en armonía con tiritas de carne y pollo, vegetales picados y la infaltable salsa de soja.
Cierre dulce y criollo con una refrescante mazamorra.

Ficha

Mr. Pollo


Dirección: Angel J. Carranza 1984 - CABA.
Teléfono: 4578-3331 y 4776-6327/6446.
Horarios: Martes a sábado, mediodía y noche.
Formas de pago: Efectivo y tarjetas.
Relación precio / placer: Buena.
Precio: $ 400.